Nuevas Ordenanzas, nuevos retos
 
   
 

Por Virginia Alemán Arrastio, presidenta de la Junta General y alcaldesa del Valle de Baztan


30-01-2011



el pasado día 3 de enero de 2011, la Junta General del Noble Valle y Universidad de Baztan daba su aprobación definitiva a las Nuevas Ordenanzas del Baztan tras casi dos años de trabajo realizados a través de una metodología participativa, que en mi opinión cabe calificarla de ejemplar y modélica.


Como botón de muestra de la metodología participativa empleada, cabe decir que a lo largo de los dos años se han celebrado un total de 30 reuniones en las que han participado los miembros de la Junta General, partidos políticos, sindicatos agrarios, expertos, asociaciones y entidades de diverso tipo, otras instituciones, etc. Asimismo, en el período de alegaciones, que se ha prolongado durante tres meses, cuando normalmente se hace en uno, se han presentado un total de 264 alegaciones por parte de vecinos, entidades e instituciones, cifra que indica que la participación ha sido muy alta.


Por tanto, y como conclusión en lo referente a la metodología participativa utilizada a la hora de la elaboración del documento de Nuevas Ordenanzas, cabe decir, que la participación ha sido todo lo amplia que se ha querido y sin límites, y difícilmente podemos encontrar otro caso en nuestra Navarra y diría yo en la vecina Comunidad Autónoma del País Vasco, de un proceso tan democrático.


A continuación, me centraré en los nuevos retos que tenemos tras la aprobación definitiva de las nuevas Ordenanzas, que ya han entrado en vigor, y que sustituyen a las aprobadas en 1967.


Sin duda, cabe decir en primer lugar, que por fin disponemos de un documento normativo actualizado, consensuado por los representantes de la Junta General y los vecinos del Baztan, y que está redactado en términos de sostenibilidad, es decir, de acuerdo a la realidad ambiental, económica y social de nuestro Valle.


En segundo lugar, y en referencia a los retos que tenemos planteados con las Nuevas Ordenanzas, situaría los siguientes:


Abordar con más garantías posibles iniciativas de aprovechamiento de los recursos naturales del Valle.


Optimizar la gestión de los recursos naturales del Valle.


Articular mejor la actividad de los representantes de cada uno de los pueblos o lugares del Valle de Baztan en la gestión municipal.


Promover que los vecinos no sean simples observadores de los acontecimientos y decisiones, sino que sean protagonistas activos de lo que ocurre en nuestro valle, de tal manera que las decisiones que se tomen respondan a los deseos de todos ellos.


Todos estos retos planteados, en mi opinión, con el documento aprobado de las Nuevas Ordenanzas y con el espíritu constructivo de avanzar que ha existido en la mayoría de los miembros de la Junta General y en los propios vecinos del Valle, es posible alcanzarlos.


Así del nuevo texto de Ordenanzas, emana la necesidad, aunque ya se había empezado con ello, de realizar un proceso de actualización de la titularidad de los aprovechamientos comunales y un registro de todos ellos. La actualización no se realiza desde hace 40 años y se habían detectado irregularidades, entre otras, como presuntos alquileres de terreno comunal. De ahora en adelante habrá que hacer un arduo trabajo, pero que sin duda aclararán aspectos que no se ajustaban a la realidad y a la idiosincrasia de la razón de ser del comunal.


Por otra parte, en las nuevas Ordenanzas se destaca la importancia que deben tener los jurados en la gestión municipal del Valle, planteando que los alcaldes Jurados puedan presentar propuestas para la elaboración de los presupuestos antes de su aprobación por el Ayuntamiento. Otro aspecto destacable en las Nuevas Ordenanzas es la revitalización de los auzolanes o trabajo no remunerado, que en los últimos tiempos habían decaído un tanto, y que el nuevo texto legal lo sitúan como uno de los objetivos importantes a conseguir.


Otro reto digno de señalar es la imperiosa necesidad de potenciar nuevas iniciativas de aprovechamiento de los recursos naturales del Valle, y más en los tiempos que corren, de grave crisis económica. Así, con las nuevas Ordenanzas estamos en una situación de posibilitar el apoyo a los ganaderos de nueva implantación, de impulsar diversas actividades deportivas, de ocio y recreo, aunque regulándolas, para que no causen impactos negativos en el comunal, y de estudiar y analizar nuevos aprovechamientos que se puedan realizar de una forma sostenible en el comunal, y así podíamos seguir con más ejemplos.


Finalmente, un aspecto de mucho interés, y que tiene por otra parte mucha importancia en la historia de Baztan en la medida que el río, los arroyos y el recurso agua han sido siempre una seña de identidad fundamental en nuestros pueblos o lugares, es el reto de abordar de una vez por todas una gestión del agua de forma sostenible, lo que hoy se denomina Nueva Cultura del Agua, en la que no sólo se contempla dicha gestión desde la vertiente medioambiental pura, sino también como un reflejo de calidad de vida y confort necesarios, así como considera la eficiencia como uno de los pilares de dicha gestión. La situación actual, en la que por ejemplo, muchos de nuestros pueblos ni siquiera disponen de contadores de agua, es un exponente de la nefasta gestión que hacemos de ese recurso tal necesario como es el agua.


En este sentido, nos debemos exigir vecinos y vecinas, representantes de la Junta General y del Ayuntamiento, agentes económicos y sociales, un uso más responsable del agua, mayor ahorro y sobre todo mayor control, y apostar por los nuevos enfoques y oportunidades que brinda la Nueva Cultura del Agua, que demanda una gestión del agua en sus distintas componentes económica, social y medioambiental.